El minimalismo entró con mucha fuerza y sigue manteniendo su éxito, no solo como estilo de decoración sino también como estilo de vida.
Apareció en Nueva York en la década de los 60, y se extendió a muchos ámbitos como a la arquitectura o la decoración. Apuesta por la sencillez y su éxito se basa en algunas ventajas como:
- Funcionalidad, espacios limpios y ordenados; factor clave para disminuir el estrés o la ansiedad y aumentar la felicidad.
- Sensación de calma; la ausencia de desorden, los tonos claros y los muebles geométricos rectos aportan tranquilidad.
- Tonos blancos en ambientes poco recargados, crean sensación de amplitud visual, ideal para sacar el máximo partido a estancias pequeñas.
- Además, utilizar menos muebles aporta un ahorro a tu bolsillo y elegancia a tu hogar.
¿Lo tienes claro? ¿Quieres aportar a tu casa un estilo minimalista? Te contamos los mejores consejos para conseguirlo.